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Historia de los gnomos de jardín
LA HISTORIA DE LOS GNOMOS DE JARDÍN: El origen de UNA TRADICIÓN
¿Conoces la historia de los gnomos de jardín? ¿Por qué visten la ropa que visten? ¿O de qué año datan las primeras «apariciones»?
Acompáñame en un viaje por la historia a 30 centímetros del suelo:
El origen real de los gnomos de jardín
¿Sabías que su aspecto actual y algunos de sus atributos se lo debemos a los antiguos pigmeos?
Esta etnia, distribuida en varias tribus, está caracterizada por su baja estatura (menos de 1,5 metros de altura de media)
Vivían en la selva pero, por el ritmo de la evolución, se vieron obligados a abandonar sus cabañas para trabajar en las industrias de la época.
Eran rudos trabajadores, por lo que eran contratados para realizar las tareas más duras, como la minería.
Para protegerse usaban grandes gorros puntiagudos rellenos de paja que les ayudaban a amortiguar el constante desprendimiento de rocas.
Además usaban ropas de colores vivos, como el azul o el verde, para ser más visibles en entornos oscuros como las minas o las excavaciones.
Nace la leyenda de los gnomos
La primera persona en hablar de estos diminutos duendecillos -y por tanto el primero en documentar la historia de los gnomos de jardín- fue Paracelso, el célebre alquimista suizo del siglo XVI.
En su libro Líber de nymphis, pymaeis et salamdris, et de caeteribues spiritibus, de 1566, detalló la presencia de lo que en aquella época se llamó gnomus.
En dicho escrito se relata la existencia de cuatro seres mágicos que custodiaban los elementos.
- Los silfos se ocupaban del aire.
- Las salamandras del fuego.
- Las hadas del agua.
- Los pigmeos de tierra o gnomi se encargaban de la tierra.
Según Paracelso los gnomos poseían poderes especiales como la inmediata transportación a cualquier lugar de la tierra o el de convertirse en árbol al morir.
Esta teoría fue acogida por los cabalistas, que profirieron que las 4 figuras eran hijas del mismo Yahvé.
Pese a que nunca se ha confirmado, son los descendientes culturales de los telquines y los cabiros, pequeños seres mágicos que representaban el trabajo en territorios rurales del imperio griego.
Representación gráfica del propio Paracelso de la muerte de un gnomo y cómo el cadáver de este se convierte en planta. Una imagen única de la historia de los gnomsos de jardín
La verdadera historia de los gnomos de jardín
No podemos pasar por alto la historia de los gnomos de jardín sin hablar de la primera vez que tenemos constancia que alguien talló un gnomo y lo usó para decorar.
Los primeros gnomos del mundo
La representación más antigua -hasta la fecha- fue hallada en Anatolia, una región de Turquía. La figura data del siglo XIII y, como puedes ver en la imagen, dista mucho de lo que hoy entendemos por gnomos de jardín.
Solo se trata de un busto, pero sí que cuenta con el característico sombrero que usan los gnomos, y por las proporciones de la cabeza se cree que representan a un ser de muy pequeño tamaño.
El título del gnomo más antiguo hasta entonces lo atesoraba una talla descubierta en Italia que, según pruebas, es del s. XVI.
Pese a que ambos poco se parecen a las figuritas de jardín que todos conocemos, presentan una imagen que recuerda a los enanitos de jardín tal y como los conocemos actualmente, además de cumplir con una función puramente decorativa destinada al exterior. Por estos motivos son considerados los primeros gnomos de jardín.
Foto del que es considerado hasta la fecha primer nomo de jardín, situado en la región de Anatolia (Turquía)
El nacimiento oficial de los gnomos de jardín
No es hasta principios del 1800 cuando los alemanes, y más concretamente el estado de Turingia (Thüringen), popularizó los gnomos como decoración de jardín.
Esta zona es conocida en toda Alemania por su industria minera. La población se vió reflejada en los gnomos. Duros e incansables trabajadores que, como ellos, también trabajaban y vivían bajo tierra.
Pronto más y más mineros empezaron a construir sus propios enanitos de jardín, ya fuera esculpiéndolos en piedra o modelándolos en arcilla, para atraer la buena fortuna y protegerse de desastres en la mina, enfermedades, etc.
Su originalidad y, por qué no, componente supersticioso, marcaron un antes y un despúes de la historia de los gnomos de jardín ya que cada vez más casas empezaron a colocar a nomos en su patio, convirtiéndose en un auténtico furor.
El éxito fue tal que rápidamente se propagó por toda Alemania, que los adoptó como icono no oficial debido a los valores intrínsecos de trabajo duro e incansable que se les atribuye a los gnomos. Actualmente hay más de 30 millones de gnomos de jardín registrados en Alemania.
Los gnomos de jardín conquistan Europa
La representación más antigua -hasta la fecha- fue hallada en Anatolia, una región de Turquía. La figura data del siglo XIII y, como puedes ver en la imagen, dista mucho de lo que hoy entendemos por gnomos de jardín.
Solo se trata de un busto, pero sí que cuenta con el característico sombrero que usan los gnomos, y por las proporciones de la cabeza se cree que representan a un ser de muy pequeño tamaño.
El título del gnomo más antiguo hasta entonces lo atesoraba una talla descubierta en Italia que, según pruebas, es del s. XVI.
Pese a que ambos poco se parecen a las figuritas de jardín que todos conocemos, presentan una imagen que recuerda a los enanitos de jardín tal y como los conocemos actualmente, además de cumplir con una función puramente decorativa destinada al exterior. Por estos motivos son considerados los primeros gnomos de jardín.
Una de las primeras fotos que tenemos de los gnomos modernos.
Ambos poseían una visión muy alejada de las figuras barrocas que decoraban los jardines de los ricos. Ellos querían democratizar el uso de los gnomos en el jardín. Y en la Feria de Liepzig de 1884 ambos presentaron su propuesta, una idea que sedució a todos los presentes y les consagró como los grandes padres de los gnomos de jardín.
Cuatro generaciones después siguen activas a día de hoy. La primera como productora de gnomos de jardín y la segunda es conocida como una de las marcas alemanas más prestigiosas en productos y accesorios para el jardín. De hecho ambas han contribuido a crear un jardín poblado de gnomos en su población natal: Gräfenroda.
Antiguo catálogo de gnomos de jardín de Philipp Griebel, otro esencial de la historia de los gnomos de jardín.
Descubre más sobre Griebel aquí y sobre Heissner aquí.
La gran depresión
La cosa marchaba bien para estas figuritas de jardín. Demasiado bien, de hecho. Las Guerras Mundiales sacudieron al país teutón y, con él toda la industria de gnomos.
Muchos de los productores nacidos en los 70 (1870) tuvieron que cerrar durante los periodos bélicos o a causa de la pobreza y hambruna posterior.
Sin embargo la hierba siempre acaba creciendo. Y durante la época victoriana (1930-1940) volvieron a ponerse de moda entre pequeños grupos de aburguesados.
No obstante, las fuertes corrientes estéticas de la época cambiaron a los gnomos para siempre: empezaron a pintarlos con colores muy vivos y brillantes, dando origen a los gnomos de jardín tal y como los conocemos hoy.
El resurgir y la gran guerra de gnomos de jardín
Pasada la época victoriana, ya en en 1960, nuestras pequeñas figuritas favorita volvieron definitivamente para quedarse. Más populares, más fuertes y más resistentes que nunca. Preparados para un nuevo siglo.
Abandonaron la arcilla y la resina para convertirse en gnomos de plástico, un material moderno que los hacía mucho más resistentes a su vida en el exterior y, sobre todo, les hacía mucho más rápidos y, sobre todo, mucho más baratos de producir.
Pasaron 30 años para que los gnomos de jardín volvieran a estar en boca jardín de todos y todas. Era 1992 y justo en ese momento la guerra de los productores de gnomos de jardín estalló.
Sin embargo los checos y polacos, contrarrestaban todos esos argumentos con plástico y una poderosa baza: podían asumir precios imposibles de igualar por sus competidores.
El pueblo alemán, el mayor fan de estas figuritas, se veía en una encrucijada. Seguir apoyando a su industria local, líder mundial indiscutible hasta el momento, o poder decorar su jardín a un coste muchísimo menor. El dilema estaba servido.
El hecho pasó a ser una cuestión de Estado. El gobierno teutón tomó medidas: endureció los controles fronterizos con sus países vecinos (Polonia y la República Checa) en busca de tráfico ilegal de gnomos de jardín. Habían nacido los gnomos de jardín inmigrantes.
La persecución de la importación fraudulenta trajo cola. La frontera con Chequia fue rebautizada como Gnome Man’s Land (convirtiéndose a día de hoy en un lugar de peregrinación para todos aquellos enamorados de los gnomos de jardín que buscan encontrar piezas únicas a un precio también único o simplemente quieren estar en la meca de la historia de los gnomos de jardín)
Los gnomos de jardín se adaptan al panorama actual
Con el paso del tiempo y, sobre todo, la unión de Chequia y Polonia a la comunidad europea, las aguas se calmaron…pero no del todo: la guera sigue latente y con el bando del plástico dominando y con nuevos aliados como China en su bando. Se dice que la gran parte de los 30 millones de gnomos de jardín censados en Alemania son de origen checo o polaco.
Como ves la historia de los gnomos de jardín es apasionante y lo más importante, sigue desarrollándose día tras día. ¿Quieres formar parte de ella? Quizá te interese empezar o ampliar tu colección o descubrir cómo fabricar o pintar gnomos de jardín.
¿Quién sabe? Quizá el próximo Heissner o Kimmel seas tú 😉
Conoce mucho más sobre nuestros amigos favoritos
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